¿Qué son los comunes y por qué hablar de comunes urbanos? Entendemos los comunes como modos de organización en torno a tres componentes fundamentales: un recurso colectivo que se dota de un régimen de gestión en común por parte de una comunidad. Estos elementos se rigen por cuatro criterios irrenunciables: universalidad (redistribución de los recursos e igualdad en su acceso), sostenibilidad (reconocimiento de los límites, y garantía de la reproducción social de las generaciones venideras), inalienabilidad (extracción del ciclo de acumulación financiera y puesta en valor del uso frente al cambio) y democracia (participación radical en las decisiones de gobierno). Estos criterios, en cualquier caso, no pretenden crear sistemas de validación o supervisión, sino más bien establecer reglas operativas para producir y reproducir procesos de comunalización en los que intervienen los tres componentes mencionados –recurso, gestión y comunidad– de múltiples maneras, cada vez más complejas.

Los comunes urbanos están en continua construcción. Son procesos de comunalización que dependen de recursos, normas y comunidades que no están dados y deben ser constantemente re-generados: las comunidades son parte del tejido social, los recursos pertenecen a ámbitos públicos o privados y los modos de gestión afectan tanto los procesos mismos como a los mecanismos que los hacen posibles. Las diferentes combinaciones de estos elementos – ya sea en estado de latencia o de realización – conforman una ‘ciudad en ciernes’ [‘City in the making’] basada en la cooperación que es emergente, fluida y difícil de encajar en los parámetros de la gobernanza urbana actual.

El interés por la investigación académica sobre comunes urbanos se basa en el reconocimiento del papel central que los saberes técnicos, comunitarios, teóricos y afectivos, juegan en esta gobernanza urbana. Como explican Nikolas Rose y Peter Miller, toda institución (pública o cívica) toma decisiones y desarrolla sus estructuras sociales mediante el conocimiento, la experimentación y la evaluación de un complejo sistema de operaciones mundanas: un conjunto de decisiones técnicas, cálculos más o menos aproximados, aparatos y dispositivos, documentos y procedimientos a través de los cuales se encarnan y hacen efectivas sus ambiciones. La capacidad de incidencia de los procesos urbanos de devenir-común en estos procesos de gobernanza urbana depende de herramientas de análisis y auto-evaluación que se enfrentan a diferentes desafíos, tanto institucionales como académicos y sociales. Por una parte, la naturaleza de los comunes es eminentemente práctica: no son esencia, sino proceso – expresados el concepto de commoning del historiador Peter Linebaugh – y necesitan aplicar metodologías dinámicas y situadas a los distintos modos de organización, desarrollo y consolidación. Por otra, la posibilidad de replicar y escalar estos procesos requiere de una escala meso: una teoría de la práctica que conecte la escala macro de los marcos teóricos generales con la escala micro de las herramientas prácticas aplicadas.

Esta sesión del Medialab Prado sobre investigaciones, prácticas y conocimientos emergentes del devenir-común de la ciudad, propone una reflexión sobre las maneras de generar de concimiento y herramientas en este campo y la posibilidad de definir una comunidad epistémica que trascienda los límites de la institución-academia. Para ello, hemos invitado a investigadoras interesadas por la articulación entre teoría y la práctica en los comunes urbanos: Marta García Pérez ha sido Directora de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento desde la que colaboró en la definición de un “Destrito del Común” en A Coruña, Iolanda Bianchi es autora de la tesis “Dentro, en contra, más allá y a través del Estado. Límites y posibilidades de los Comunes Urbanos en Barcelona” presentada en 2018 David Hamou realiza su doctorado sobre el derecho a la vivienda como generador de común y forma parte del proyecto Códigos Comunes, Malu Oliveira ha hecho investigaciones sobre Parque Augusta en Sao PauloLaboratorios del común urbano en Madrid, y Marco Aparicio es profesor de Derecho Constitucional y presidente del Observatorio de Derechos Sociales, Económicos y Culturales de Barcelona.