Encuentro de Códigos Comunes realizado junto a Commonpolis en septiembre de 2018.


Basándose en la experiencia previa de otros talleres (detallados más adelante) y a fin de consolidar algunas de las conversaciones y debates que se están teniendo en torno a la potencialidad de los comunes urbanos, una de las preguntas que recorren este encuentro es qué proyecto de transformación hacia los comunes podríamos imaginarnos a medio-largo plazo y qué herramientas (existentes o por desarrollar) serían necesarias.

Propuesta

Para este taller Valencia nos gustaría delimitar el campo y permitir una mayor profundización, centrando el debate alrededor de la cuestión de la universalidad y su traducción jurídica. Esta característica básica de los comunes (junto con la democracia, la sostenibilidad y la inalienabilidad) es también uno de los elementos que más a menudo se contraponen en su relación con lo público, y creemos que nos permitirá pensar, de manera más concreta, sobre cuestiones claves para el desarrollo y la codificación de los comunes urbanos como son la escala, la identificación de un sujeto colectivo de derechos o los modos de gobernanza diferenciados.

Referirnos a “lo universal” nos lleva, por una parte, a pensar mecanismos más allá de la respuesta a situaciones o proyectos individuales y permite identificar obstáculos (institucionales, legales) concretos para proponer formas de superación que sirvan como propuesta política general. Por otra, “lo universal” permite identificar las condiciones materiales de acceso efectivo a la gestión y aprovechamiento de los bienes comunes (el acceso a “lo común” por parte de la “gente común”). Por último, permite también la reflexión sobre cómo reconocer/construir subjetividad del común. Por ello, proponemos una sesión de trabajo en torno a tres preguntas que nos parecen claves:

  • ¿Cuál es la relación entre los distintos agentes que desarrollan las formas urbanas de lo común, sus prácticas, demandas y marcos institucionales?
  • ¿Qué marcos regulatorios, movimientos sociales y transformaciones institucionales están involucradas?
  • ¿Qué elementos normativos se podrían desarrollar, a corto y largo plazo, para su uso tanto desde los colectivos sociales como desde las instituciones interesadas en el desarrollo de los comunes urbanos en la escala local?

Antecedentes

El primer taller de Códigos Comunes se llevó a cabo en el Medialab-Prado de Madrid en septiembre de 2016 y trató sobre las posibilidades de redefinición de la esfera pública y su democratización. Este taller propuso un ejercicio de análisis de las lógicas estructurales de los códigos legales y las reglas de lo común en relación a procesos constitutivos tales como: las relaciones de propiedad, derechos sobre recursos colectivos, construcción y definición de sujetos, condiciones de pertenencia, la delimitación de derechos y responsabilidades, etc.

Siguiendo esta línea, en abril de 2017 Medialab-Prado y el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales propusieron el taller Nueva institucionalidad, bienes comunes y experimentación jurídica durante el foro Madrid Capital de Paz, donde se recopilaron experiencias que se desarrollan en el ámbito de la innovación jurídica y administrativa.

En julio de 2017, en el laboratorio Becoming-common. City administrations as practitioners of the commons in Europe de la XVI Conferencia de la IASC (International Association for the Study of the Commons), se presentaron algunas de las operaciones institucionales involucradas en ese potencial de convergencia común del público a través proyectos y experiencias institucionales en España, Italia y Holanda, con sus respectivos elementos de negociación y conflicto, la creación de protocolos, la organización y los elementos de articulación entre las esferas público-institucional y social-común.

En esta sesión de septiembre de 2018 nos gustaría seguir profundizando en reflexiones y propuestas práctica que se sitúan en la intersección de distintas temáticas de rabiosa actualidad…

Comunes Urbanos

Como formas de mutualidad, los bienes comunes son el objeto de muchas luchas urbanas desde el Derecho a la Ciudad, la ecología urbana, los derechos a la vivienda o el acceso al espacio público. A medio camino entre lo material y lo afectivo, los bienes comunes urbanos comparten la materialidad de los bienes comunes rurales tradicionales y la complejidad orgánica de los nuevos bienes comunes digitales. Las reivindicaciones de los comunes urbanos se pueden considerar actualizaciones contemporáneas de los comunes tradicionales, los recursos colectivos más obvios como el aire, el agua, el espacio público y las infraestructuras, y no tan obvios como el re-conocimiento cultural, los movimientos políticos, la producción cultural, etc.

La lucha por los bienes comunes urbanos esboza un futuro para las ciudades más allá de los modos de producción capitalistas financieros. De las prácticas reales que producen, cada día, espacios, reglas y recursos comunes en España, Italia, Grecia o Francia surge la posibilidad de pensar un conjunto de principios distintos para la planificación de la ciudad. El estudios de estos casos nos muestra que uno de los mayores desafíos en la implementación del enfoque basado en los bienes comunes en los nuevos modelos institucionales es la articulación entre las necesidades, las aspiraciones y las culturas normativas de los agentes institucionales y sus contrapartes sociales.

Devenir-común

Uno de los aspectos más interesantes de la hipótesis política de los comunes urbanos es el referido a los múltiples solapamientos, articulaciones y enfrentamientos entre lo público y lo común en relación con las dinámicas de acumulación y difusión del poder, y el acceso a los recursos y la toma de decisiones. Una relación conflictiva que ha revelado tanto las relaciones problemáticas de lo colectivocomún con lo privadomercancía como las limitaciones de los mecanismos de lo públicoestatal y la paradójica construcción simbólica (y fáctica) de las instituciones públicas que recrean ciertas características de los bienes comunes mientras que las organizaciones sociales replican e imitan ciertos modos de institucionalización.

En este marco, la discusión política de los bienes comunes a menudo se enfrenta con la cuestión del público como reflejo y garante de un bien común. En este contexto, es necesario pensar las condiciones de posibilidad de los gobiernos locales para promover el desarrollo de los bienes comunes urbanos por varias razones. Primero, porque la mayoría de los recursos, modelos de gobernabilidad y comunidades involucradas en la creación de bienes comunes urbanos se analizan desde el desarrollo de espacios autónomos, y dada la interdependencia de los sistemas de reproducción social, creemos que es necesario mirarlo desde el punto de vista de las instituciones públicas como garantes de los comunes: las transformaciones dentro de sus herramientas administrativas, los cambios en el modelo institucional organizacional, e incluso las categorías con las que trata y cambia la realidad. Segundo, porque las instituciones locales operan precisamente a la escala en que se conforma lo “urbano”, y sus decisiones determinan de manera fundamental las ciudades y las condiciones de vida de quien las habita. Por último, porque la potencialidad de un posible devenir-común de lo público requiere un cambio de paradigma a través de la incorporación institucional de ciertas prácticas sociales e institucionales que van más allá de la “participación” y la representación a la co-creación, participación activa y co-responsabilidad en la toma de decisiones.